Las alitas de pollo en salsa agridulce son una explosión de sabores que deleitan los sentidos y satisfacen los antojos más exigentes. Esta receta combina la jugosidad y la textura crujiente de las alitas de pollo con una salsa agridulce irresistible, creando un plato que se destaca por su equilibrio de sabores y su apetitoso aspecto. El proceso de rebozar y freír las alitas logra una capa exterior dorada y crujiente que encierra la suculenta carne de pollo. Esta preparación no solo aporta una textura deliciosa, sino que también crea un lienzo perfecto para absorber la irresistible salsa agridulce. La presentación final, con las alitas de pollo glaseadas con la salsa agridulce, es visualmente atractiva y promete una experiencia culinaria emocionante. Pueden ser disfrutadas como aperitivo, plato principal o incluso como parte de una reunión informal con amigos y familiares. Aquí tienes una receta simple y deliciosa de alitas de pollo en salsa agridulce:
Ingredientes: Para las alitas: 1 kg de alitas de pollo, Sal y pimienta al gusto, 1 taza de harina (para rebozar). Para la salsa agridulce: 1/2 taza de kétchup, 1/4 taza de vinagre de arroz, 1/4 taza de salsa de soja, 1/4 taza de azúcar moreno, 2 cucharadas de miel, 1 cucharadita de jengibre fresco rallado, 2 dientes de ajo, picados, 1 cucharadita de maicena (opcional, para espesar la salsa), 2 cucharadas de aceite vegetal (para freír).
Preparación: Preparar las alitas: Lava y seca bien las alitas de pollo. Sazona con sal y pimienta al gusto. Rebozar las alitas: Pasa cada alita por harina, asegurándote de cubrirlas uniformemente. Freír las alitas: Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio. Fríe las alitas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados. Retira y coloca sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Preparar la salsa agridulce: En una cacerola, mezcla el kétchup, vinagre de arroz, salsa de soja, azúcar moreno, miel, jengibre y ajo. Lleva la mezcla a ebullición, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante unos 5-7 minutos. Espesar la salsa (opcional): Si prefieres una salsa más espesa, mezcla la maicena con un poco de agua y agrégala a la salsa. Cocina por unos minutos hasta que la salsa se espese. Glasear las alitas: Vierte la salsa agridulce sobre las alitas fritas y revuelve para cubrirlas completamente con la salsa. Servir: Sirve las alitas de pollo en salsa agridulce caliente, espolvoreadas con semillas de sésamo y cebolla verde picada si lo deseas. ¡Y ahora a disfrutar de unas deliciosas alitas de pollo en salsa agridulce! Puedes acompañarlas con arroz, ensalada o tus acompañamientos favoritos. ¡Buen provecho!
