Trucos para arreglar una comida salada

Tienes horas cocinando y, al probar la preparación, te percatas de que te pasaste un montón con la sal. Despreocúpate, eso nos pasa a todos alguna vez, y por eso te contamos cómo arreglar una comida salada, empleando trucos muy prácticos que te sacarán de ese apuro culinario.

Cuando se nos pasa la sal en un guiso o sopa, contamos con la ventaja de que su contenido es mayormente líquido, y esto permite un abanico de posibilidades muy eficaces para solventar ese problema. Alguno de los trucos para arreglar una comida salada son:

Sumerge un pan duro viejo durante el proceso de ebullición:

Ponlo en el centro de la cazuela y procura que el pan no se deshague mucho, pues después necesitas retirarlo (déjalo allí 10-15 minutos). Este ingrediente absorberá una porción de la sal, aunque también parte del líquido, por lo cual deberás agregar en la preparación un poco más de agua o caldo.

Agrega una patata durante la cocción:

Trocea una patata en rodajas gruesas y añade. Cocínala durante 10 minutos y retírala con una cuchara.

Incorpora más agua en la preparación:

Antes, retírale esa misma cantidad de líquido para equilibrar las porciones. Una vez agregada el agua, cocina la preparación hasta que adquiera la textura deseada. Este truco está entre los mejores, pues evita alterar el sabor original de la comida, pero sino lo aplicas desde el principio, los alimentos se cocinarán en exceso.

Aumenta la cantidad de ingredientes:

Añade el doble de ingredientes sin agregar más sal. Este procedimiento te permite equilibrar el sabor.

Agrega un ingrediente dulce:

Prueba con ½ cdta de azúcar refinada o morena y, si aún continúa muy salada la comida, ponle una pizca adicional hasta alcanzar el punto deseado.

Vierte un producto ácido:

Puede servirte el zumo de ½ limón, un chorrito de vinagre (tinto, blanco, de arroz o de especias), jugo de tomate o vino. Remueve el ingrediente elegido, hasta que se integre en la preparación.

Disuelve 1 cucharadita de maicena en 1/4 vaso de agua natural:

Este truco funciona muy bien, pero no excedas la dosis, pues la preparación te quedará demasiado espesa. Recuerda, el almidón es un aliado para reducir el sabor salado en las preparaciones, y no solo se encuentra en la fécula de maíz, sino en las patatas, boniato, arroz, pasta, etc.

Añade leche, media crema o crema de leche:

Este truco funciona bien en guisados cremosos. Solo debes añadir un par de cucharadas y remover muy bien.

Vierte gaseosa y leche:

Agrégalas en partes iguales y mézclalas muy bien. Si el guiso no acepta leche en su preparación, usa solo gaseosa.

Consejo: nunca te excedas con los ingredientes correctores, pues perjudicarás el sabor de la comida.

¡Inténtalo!

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