Las albóndigas en salsa de tomate son un clásico de la cocina casera que ofrece una experiencia reconfortante y satisfactoria para todos los amantes de la comida. Las albóndigas en salsa de tomate ofrecen un sabor reconfortante y familiar que evoca recuerdos de comidas caseras y cenas en familia. La combinación de la suculenta carne de las albóndigas con la salsa de tomate casera crea un plato reconfortante que es difícil de resistir. La textura jugosa y tierna de las albóndigas se complementa perfectamente con la salsa de tomate rica y sabrosa. El proceso de cocción lenta permite que las albóndigas absorban los sabores de la salsa, lo que resulta en una experiencia de sabor completa en cada bocado. Las albóndigas en salsa de tomate son increíblemente versátiles y se pueden disfrutar de muchas formas diferentes. Se pueden servir sobre una cama de arroz, pasta o puré de papas, o incluso en un sándwich o bocadillo. Esta versatilidad los convierte en una opción ideal para una amplia variedad de ocasiones y preferencias culinarias. Aquí tienes una receta clásica y deliciosa de albóndigas en salsa de tomate:
Ingredientes: Ingredientes para las albóndigas: 500 g de carne picada (puede ser de res, cerdo, pollo o una combinación), 1 huevo, 1/2 taza de pan rallado, 1/4 taza de leche, 1 cebolla pequeña, finamente picada, 2 dientes de ajo, picados, 2 cucharadas de perejil fresco, picado (opcional), Sal y pimienta al gusto, Aceite para freír. Ingredientes para la salsa de tomate: 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cebolla grande, picada, 2 dientes de ajo, picados, 800 g de tomates triturados (pueden ser enlatados), 1 cucharadita de azúcar, Sal y pimienta al gusto, 1/2 cucharadita de orégano seco (opcional), Hojas de albahaca fresca para decorar (opcional).
Preparación: En un tazón grande, mezcla la carne picada, el huevo, el pan rallado, la leche, la cebolla picada, el ajo picado, el perejil, la sal y la pimienta. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén combinados. Forma pequeñas albóndigas con la mezcla de carne y colócalas en un plato o bandeja. Calienta un poco de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Fríe las albóndigas hasta que estén doradas por todos lados. Retira las albóndigas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. En la misma sartén, agrega un poco más de aceite si es necesario y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos y fragantes. Agrega los tomates triturados a la sartén junto con el azúcar, la sal, la pimienta y el orégano (si lo estás usando). Deja que la salsa hierva y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa espese ligeramente. Vuelve a colocar las albóndigas en la salsa de tomate y cocina a fuego lento durante otros 10-15 minutos, hasta que las albóndigas estén completamente cocidas por dentro. Sirve las albóndigas en salsa de tomate calientes, espolvoreadas con un poco de perejil fresco picado o hojas de albahaca fresca si lo deseas. Acompáñalas con arroz, pasta o una ensalada verde. ¡Disfruta de estas deliciosas albóndigas en salsa de tomate caseras y reconfortantes!