Receta de mermelada de fresa casera

La mermelada tiene una historia rica que se remonta a civilizaciones antiguas, y su evolución está vinculada a la búsqueda de métodos de conservación de frutas. La preservación de frutas en forma de mermelada se practicaba ya en la antigua Roma y Grecia. Los romanos, en particular, eran conocidos por cocinar frutas con miel para conservarlas y saborearlas más allá de la temporada de cosecha. En la actualidad, la mermelada sigue siendo un acompañamiento popular para panes, tostadas y postres. La elaboración de mermeladas caseras también ha experimentado un renacimiento, ya que las personas buscan opciones más naturales y personalizadas. Aquí tienes una receta sencilla de mermelada de fresa:

Ingredientes: 1 kg de fresas frescas, lavadas, sin tallos y cortadas en trozos pequeños, 800 g de azúcar (ajusta la cantidad según tu preferencia de dulzura y el nivel de acidez de las fresas), 1 limón (jugo y ralladura), 1 sobre (aproximadamente 30 g) de pectina (opcional, ayuda a espesar la mermelada).

Preparación: Preparación de los frascos: Lava bien los frascos de conserva con agua caliente y sécalos. Puedes esterilizarlos colocándolos en agua hirviendo durante unos minutos. Preparación de las fresas: Lava, pela y corta las fresas en trozos pequeños. Cocción de las fresas: Coloca las fresas en una olla grande a fuego medio. Agrega el azúcar y revuelve bien. Deja que las fresas se mezclen con el azúcar y liberen sus jugos. Cocción de la mermelada: Añade el jugo de limón y la ralladura de limón a las fresas. Si estás utilizando pectina, agrégala ahora. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 45-60 minutos, revolviendo ocasionalmente. La mermelada debe espesar y obtener una consistencia gelatinosa. Prueba de la consistencia: Haz una pequeña prueba de consistencia colocando una cucharadita de mermelada en un plato frío. Si se cuaja y no se extiende fácilmente, la mermelada está lista. Envasado: Vierte la mermelada caliente en los frascos esterilizados y asegúrate de que estén llenos hasta el borde. Cierra bien los frascos y colócalos boca abajo para ayudar a sellarlos mientras se enfrían. Almacenamiento: Guarda los frascos en un lugar fresco y oscuro. La mermelada se conservará durante meses. ¡Y listo! Ahora tienes una deliciosa mermelada de fresa casera que puedes disfrutar en tostadas, panes, yogur o incluso como acompañamiento para postres.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top